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lunes, 25 de abril de 2022

Hágase mi voluntad

 

voluntarioso, sa

1. adj. Deseoso, que hace con voluntad y gusto algo.

2. adj. Que por capricho quiere hacer siempre su voluntad.

 

La gente voluntariosa es por lo general buena, entregada, interesada en resolver problemas. Es lo más más parecido a “mensaje a García” con la diferencia que a la gente voluntariosa no hay que darle una instrucción: solitas salen al ruedo y muchas veces solucionan.

Claro, lo anterior no significa que la gente voluntariosa siempre acierte o – que puede ser lo peor – que su accionar responda a las necesidades y expectativas de los demás, que su actuación surja de una consulta a otros.  Por ello, la gente voluntariosa también es descrita con la segunda acepción dada por el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua; seres que hacen las cosas a su bien y entender, que se hace a su voluntad.  Por eso también se equivocan.

Imaginemos al país como un avión donde viajan 200 personas, y de pronto a los pilotos les da un infarto.  Nos quedamos sin quien dirija el aparato a salvo hasta el aterrizaje.

Seguro que hay gente voluntariosa que, sin ser piloto, brincaría al puesto del piloto, y sin saber nada “tomaría los controles”.  Habrá quien les aplaudirá, sin darse cuenta de que, sin conocimiento y con solo la disposición, igual todos nos vamos a estrellar.

Es posible que en el aparato haya personas que tiene conocimiento de aviación, y para saberlo hay que buscarlos, preguntar o ver si tienen puesto un uniforme que lo acredite como piloto.  Entonces los “no pilotos” voluntariosos o no, deben decir a los que sí lo son que agarren el control, porque esa es su labor; en ese momento, si quieren seguir viviendo, nadie puede ponerse a improvisar o tomar un curso de pilotaje.

En Venezuela estamos en la situación de gente voluntariosa queriendo liderar procesos para lo cual no están formados, ejecutando tareas que no le competen bajo la excusa de la inacción de otros, pero al no ser su campo de experticia todos corremos el riesgo de estrellarnos.

Y por supuesto, también hay muchos pilotos, los políticos y sus partidos, que increíblemente, parecen haber olvidado cuál es su rol en la sociedad.

Así, vemos organizaciones de sociedad civil haciendo el papel de partidos políticos y partidos políticos queriendo parecer oenegés.

A mi entender, los voluntariosos lo que deben hacer es exigir a los políticos que asuman sus deberes públicos, o – si la angustia es mucha – crear un movimiento político, con estrategias propias de políticos, con fines políticos, que tienen que ver con el acceso al poder. No es la primera vez que ha ocurrido, ni sería la última.

Pero no esta bien esa acción de “ser y no ser” que confunde a más de uno, en la cual sacas la carta que te conviene dependiendo del contexto. 

Quedas muy mal parado, y además te estrellas. Nos estrellamos.

 

Alejandro Luy

25 de abril de 2022