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jueves, 24 de marzo de 2016

Sin sombra no hay luz



Lo que estás buscando
lo vas a encontrar
desapercibido a tus ojos
Sin sombra no hay luz
 Sentimiento muerto

Mucha gente brilla como las estrellas. Ya está usted sacando conclusiones apresuradas. Lo anterior no es un halago, por el contrario debe ser considerado como una soberana desgracia. Porque para brillar como una estrella en la noche, se requiere estar rodeado de una profunda oscuridad.
No sé si se ha percatado, pero en eso que llaman figuras públicas, porque pertenecen al gobierno, tienen un puesto en la Asamblea o alguna otra institución del estado, aparecen u opinan en la prensa, declaran en la radio y televisión, o simplemente son periodistas y actores convertidos en analistas políticos, hay muchos donde la oscuridad es la que manda. Pero ellos corren con suerte, no necesitan mucha “pulitura” para brillar gracias a la opacidad que se les enfrenta.
Y es fácil reconocerlos. Es la gente que no analiza sino desea; que no evalúa, sólo defiende su puesto y sus relaciones, gente de “estoy absolutamente convencido”, gente que se siente brillante al creer que su palabra es la verdad, gente que confunde el poder con la inteligencia.
Es gente tan oscura, que facilita el brillo de los ineptos y - al mismo tiempo - brillan porque en su mundo reina la oscuridad. Son seres brillantes porque dicen lo que sus seguidores – mediocres ellos – quieren escuchar.
Si usted se cree un ser brillante, pregúntese si su brillo ilumina a todos – como el sol – o sólo es una tenue luz que resplandece gracias a la oscuridad de quienes le rodean. Si usted es una figura pública hágase varias veces la pregunta. Hágasela una y otra vez.
Definitivamente, hay gente muy brillante, como un bombillo de 20 vatios en un cuarto oscuro. Por eso brillan muchos en el gobierno. Por eso brillan muchos en la oposición. Por eso los jóvenes dicen que Caramelos de Cianuro es un gran grupo de rock.
Sin sombra, no hay luz.
Alejandro Luy

Escrito a mediados de los 2000

martes, 22 de marzo de 2016

600 metros y más

I
Según google maps, si Ud sube caminando desde la Av Francisco de Miranda a la altura del Supermercado Luz, por la Calle Arturo Úslar Pietri y se dirige hacia el Centro Comercial San Ignacio, solo deberá recorrer 600 metros en unos 7 minutos.  4 o 5 cuadras de distintas longitud.
Aun en marzo, en plena Semana Santa, a las 7 de la mañana la temperatura en el sector es benévola.  
Si además no viste con tacones altos, ellas, o traje y corbata, ellos, si no tiene ningún problema físico o simple edad que le afecte su movilidad, pareciera lógico caminar ese trayecto y no solo por ahorrarse los 20 bolívares del pasaje.
Por eso no deja de ser un shock que alguien "en plenas facultades", vestido de manera casual, tome una camioneta para ir de pie y recorrer a esa hora 600 metros.
Cómo convencer a un ciudadano que camine más, por su bien y su salud, 20 minutos al día, o por el "cambio climático" si 600 metros a las 7 de la mañana requieren de motor y gasolina.
Inconcebible como los que en mi edificio toman el ascensor en el piso 1, para bajarse en el nivel inmediato inferior que corresponde al estacionamiento.


II
No se trata de que todos debamos ser atletas.  Ni que alguien quiera preservarse del sudor cuando va elegantemente vestido a su trabajo o a una reunión.
Mucho menos que una dama deba sufrir al caminar unas cuadras con unos zapatos diseñados para que ella se vea alta si está de pie, y elegante si está sentada.
Se trata de algo, sin duda, más difícil: de cambiar un hábito a cuenta de la salud, la economía, el ambiente o sólo por ser "lógico", entendiendo la relatividad de esa palabra.


III
Es como acostumbrase a recoger el pupú del perro cuando lo sacas a la calle; entender que el que llegó antes de ti, debe comprar, pagar, ser atendido antes que tu.  Así de simple.  

IV

Mi amigo Alejandro Álvarez me hizo conocer el cuento Caracas sin agua de Gabriel García Márquez (recomendado plenamente) que describe una situación de 1958 y en este se lee:

Al dirigirse a su trabajo, Samuel Burkart saludaba a una vecina que se sentaba en su jardín desde las 8 de la mañana a regar la hierba. En cierta ocasión le habló de la necesidad de economizar agua. Ella, embutida en una bata de seda con flores rojas, se encogió de hombros. “Son mentiras de los periódicos para meter miedo —replicó—. Mientras haya agua yo regaré mis flores.”

Y yo me pregunto cuántas personas, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, de Venezuela estarán "regando sus flores" a pesar de la profunda crisis de agua en el país que también ha llegado a Caracas (ciudad consentida con todos los servicios) a cuenta, por vengarse de un gobierno ineficiente que no supo planificar y prepararnos para esta situación.


V
Claro está, cada quien tiene su lógica.  Su manera de pensar; su manera de expresarse.  Así soy yo pues, y qué.
El reto es alinearnos, no por ser iguales, sino por ser mejores ciudadanos.

viernes, 18 de marzo de 2016

Para los que tienen FE

El cuestionamiento de mi amiga colombiana ante la descripción de la situación de escasez del país se enlazó con el comentario de Luis Carlos en un taller sobre redes sociales.
Ella preguntó "cómo te puedo ayudar"; el comentó "los venezolanos están entre los últimos que envían remesas a sus compatriotas".
Y es que en Venezuela la "calidad de vida" depende cada día mas de - como dicen los cubanos - tener FE: familiares - amigos incluidos - en el extranjero.
Lo que empezó hace rato - en el 2010 - con la falta de aceite de maíz (aunque había de soya), toallas sanitarias y algunas medicinas, pasó por demandar jabón de baño (aunque se conseguían los artesanales) y afeitadoras desechables, para luego convertirse en una larga, muy larga ista de requerimientos donde las medicinas y el dinero para comprar productos accesibles casi exclusivamente a precios de mercado negro.
Así, aunque algunos aun no superen la vergüenza implícita, si algún familiar o amigo - previendo un viaje al país, o de una persona cercana - te pregunta ¿qué necesitas? la respuesta es: jabón de baño, shampoo, crema dental, pastillas anticonceptivas, papel higiénico, afeitadoras desechables, toallas sanitarias, jabón para ropa, condones, granos, arroz, café, leche - o algún sustituto - y una larga lista (que sigue creciendo) de medicinas, desde acetoaminofen hasta medicamentos para el Parkinson o quimioterapia.
Para los que no viven en Venezuela, crean que no es exageración; así estamos...

viernes, 4 de marzo de 2016

Una opinión sobre la propuesta de #CajaVecinal (de Chacao)

 Estimado Alcalde Ramón Muchacho

Le escribo para opinar como venezolano sobre la propuesta de Director de Justicia Municipal de la Alcaldía de Chacao, Gustavo Duque sobre la "Cajas vecinales".
Pude leer en el twitter de Sr Duque (@Duque_Gustavo) de que se trata el plan y además me llegó el siguiente texto que fue enviado por whatsapp

"Vecinos estamos avanzando reuniones para lograr que Chacao sea pionero en un programa que garantice alimentos para sus vecinos en los comercios que tenemos en el municipio y que se llenan de bachaqueros que dejan sin posibilidades de adquirir productos de primera necesidad a nuestros vecinos, sin violentar ninguna norma ni discriminar a nadie pediremos a nuestros comerciantes representantes de supermercados y farmacias que tengan en la medida de sus posibilidades cajas para vecinos con constancia de residencia vigente, por ejemplo si cuentan con 5 cajas 1 o 2 seran para vecinos, y así mientras más tengan más deberán colocar para los vecinos, este programa se coordinará desde justicia municipal con apoyo de la policia y comunidades organizadas, en breve informaremos más, ya hemos avanzado algunas reuniones sobre el tema para blindarlo legalmente y que Chacao cuente con #CajasVecinales para sus vecinos, les informaremos avances del programa y la viabilidad en cuanto a normas legales y disposición de representantes de supermercados de colaborar, feliz día! Gustavo Duque, Dir de Justicia Municipal"

Yo no soy vecino de Chacao.  Tampoco soy bachaquero.  Soy un ciudadano venezolano, casado, con tres hijos entre 17 y 23, que corre casi todos los sábados en su municipio y luego busco comprar en el sector.  A mi me parece que lo que están proponiendo es DISCRIMINATORIO  y EXCLUYENTE y me opondré en cualquier lugar donde se haga.
Se imagina que desde un estado andino el gobernador prohíba que salgan vegetales para Caracas, por esa comida es "para nuestros vecinos"; o que para comprar pescado en La Guaira pidan carta de residencia. Usted puede imaginarse a sus vecinos segregados en Baruta, El Hatillo o en el Excelsior Gama de Santa Eduvigis porque no tienen carta de residencia.  
Creo que el programa "pionero" de ser exitoso en Chacao, va a correr como pólvora por Venezuela, y eso no es bueno:  exacerbará el odio y la desunión, entre los venezolanos.   Por cierto, en el PDVAL ubicado en el edificio de la Misión Vivienda frente al CICPC de Parque Carabobo, solo pueden comprar los que viven en ese edificio.
¿Eso es lo que ustedes desean?
Por el bien del país, le agradezco que lo piensen otra vez antes de seguir adelante.
Gracias por su atención.