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viernes, 18 de junio de 2021

Burocracia

 


I

Aunque la palabra tiene varios significados de acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la lengua, es inevitable pensar en uno de ellos de manera predominante:

4. f. Administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas.

Pero si queremos plasmar en imágenes a la burocracia, nada mejor que la mascota de Mafalda, el personaje creado por Quino:  una tortuga.

La expectativa que tiene el ciudadano ante las autoridades, especialmente las “nuevas autoridades”, aquellas que vienen a hacer las cosas distintas, a recobrar la confianza, es que combatan a la burocracia, ya sea simplificando los protocolos, modificando las leyes o reglamentos o simplemente trabajando con las rendijas que los mismos dejan, sin violarlos, para que dejen de ser obstáculos a los fines que se persiguen.  Se suponen que conocen los problemas a los cuales se enfrentan y vienen con propuestas para solventarlos.

 

II

El rector del CNE Roberto Picón, habilitó un correo de “reclamos y solicitudes” (ReclamosySolicitudesJNE@gmail.com) para que los ciudadanos contribuyéramos a solventar los problemas del Registro Nacional Electoral, cuya actualización es menester de la Junta Nacional Electoral. 

Valorando la iniciativa e interesado en el asunto, les escribí:

Estimados Señores

Mi madre Libia Margarita González de Luy, CI xxxxxx, falleció el 31 de enero de 2012 aún aparece como apta para votar en el registro del CNE.

Espero que corrijan esa situación, que no debería estar ocurriendo y que las autoridades y el CNE hasta ahora no han hecho nada por solventar.

Enviado el “reclamo y la solicitud”.

12 días más tarde, recibí la respuesta:

 

Respetuosos saludos;

Por medio de la presente me dirijo a Usted, a los fines de dar respuesta a su solicitud, lo cual, hago con el debido respeto en los siguientes términos:

El artículo 34 Ley Orgánica de Procesos Electorales dispone que el proceso de depuración del Registro Electoral lo realizará la Comisión de Registro Civil y Electoral mediante oficio o por conocimiento de una denuncia. Una vez constatados los hechos, procederá a excluir, revertir o suspender según corresponda:

1.    Los ciudadanos fallecidos y ciudadanas fallecidas (…).

En virtud de lo antes expuesto, se sugiere cumplir con la norma citada, anexando como elemento probatorio la respectiva acta de defunción. Dicho trámite deberá realizarse por ante la Oficina Regional Electoral del lugar donde se emitió el acta en cuestión.   

Sin más a que hacer referencia se suscribe, de Usted

RECTORÍA RPH JNE

 

III

Confieso que yo esperaba, deseaba, otra cosa.  Podía ser una respuesta de ese tipo, que es estructuralmente formal y legal, pero acompañada de un gesto del nuevo CNE, que mostrara un interés para cambiar las cosas. 

Un, por ejemplo, “en qué Municipio se elaboró la carta de defunción para pedir la información”, o “podría enviarnos escaneada el acta de defunción” aunque lo máximo habría sido, “estamos solicitando a las autoridades responsables, una actualización de los ciudadanos fallecidos para desincorporarlos del registro electoral”.  No estarían violando la ley, pero si estarían centrados en una labor prioritaria para evitar que los muertos sigan votando.

La respuesta: burocracia, que libera al CNE y pone el trabajo y la responsabilidad en el ciudadano.  Se que más de uno está pensando:  si tanto te importa, por qué no cumples tú con la ley.

A otros familiares y conocidos fallecidos, los han desincorporados sin que nadie haya tenido que atender a lo establecido en el “artículo 34 Ley Orgánica de Procesos Electorales”.  El CNE lo hizo con la información que manejan otros entes del estado, como pasa en el Seguro Social cuando fallece un pensionado.  Mi padre muerto en 2015, la Sra. F en 2016 y la Sra C., fallecida en 2017, no aparecen en el registro, sin que ninguno de sus familiares tuviéramos que apelar a la recomendación burocrática.  Por qué ha de ser diferente en caso de mi madre.

Además, para estos tiempos, pienso en los millones de venezolanos que hoy les toca patear el planeta y tendrán familiares que seguirán en el registro simplemente porque no tienen la posibilidad de acudir con el acta de defunción “por ante la Oficina Regional Electoral del lugar donde se emitió el acta en cuestión”.  Argentina, Chile, España o el río Grande quedan un poco lejos.

Lejos, todo parece quedar muy lejos.


Alejandro Luy


lunes, 24 de mayo de 2021

Y tú qué propones

Hace unos días recibí por whatsapp una invitación a un foro-chat que a primera vista destaca no por los ponentes o el tema sino por la calidad del afiche.   Era una mezcla de un par de malas fotos de quienes harían las presentaciones, con textos que indican su profesión, cargo en la organización que representan, títulos de las ponencias, y por supuesto el nombre del evento, fecha y hora.   Todo ello bañado de varios colores, y letras de distintos tamaños y tipos.   

 

El afiche era un desastre.

 

Si alguien preguntara cómo mejorarlo, seguramente empezaría por mencionar algunos elementos básicos obvios, pero lo más sensato sería contestándole que yo no soy diseñador, así que lo mejor que pueden hacer es contratar a alguien con conocimiento para rehacer la invitación.   Alguien que, con esos mismos insumos, puede hacer un afiche más agradable a la vista.

 

Y es que a menudo confundimos la virtud de reconocer los problemas con la capacidad de solventarlos. Olvidamos el viejo adagio de "zapatero a tu zapato" y nos dejamos llevar por el "sentido común".   Entonces opinamos de todo, que es fácilmente comprensible y parte de la libertad, pero pretendemos que eso signifique que nuestra sentencia es la correcta, la que contiene la solución. Nos encanta meter en nuestro discurso la frase "lo que hay que hacer es..."

 

Por ello, ante las críticas a los sucesos políticos de las últimas semanas, relacionadas con el nuevo CNE y las elecciones de alcaldes y gobernadores, a más de uno le ha dado por generar como respuesta el emplazamiento: y tú qué propones.   Es una reacción muy arrogante mediante la cual defiendo mi creencia a partir de tu carencia de ofertas.  

 

Pues bien, así como el volante necesita un diseñador y yo estoy en la libertad de decir que es espantoso, la política necesita de políticos que hagan su trabajo y propongan las salidas factibles y señalen el camino, y no que millones de venezolanos propongan las soluciones sin tener el conocimiento y las herramientas necesarias.  Yo no soy miembro de ningún movimiento político que busca guiar a los votantes, sino un ciudadano que tiene el derecho de expresar su criterio sobre lo que ocurre en el país.  ¿Soluciones? No las tengo.

 

Por lo anterior también estoy en el derecho de exigir a los políticos que no le mientan a la gente, que le digan francamente que se puede lograr y cuál es el camino para que las acciones ayuden a restituir la democracia. También sería necesario que respetaran la Constitución, y no siguieran el ejemplo de aquellos a quienes combaten entre otras cosas por violarla.  Y si pudieran esforzarse un poco más, piensen en la gente y no en sus egos, siéntense para acordar una estrategia única y sensata.  Es lamentable ver a miembros de un mismo partido político ubicados en dos de las tres fracciones de la oposición actual de Venezuela, tratando de darle lecciones a la ciudadanía.

 

Propongo eso y nada más.

lunes, 17 de mayo de 2021

Igual que ahora

Tan pronto como envié mi artículo "Un primer paso", donde expresaba mi opinión sobre el CNE designado por la Asamblea Nacional, una persona manifestaba su expectativa:  espero que además de las elecciones a alcaldes y gobernadores, organicen la elección presidencial para salir de Maduro.

El artículo lo compartí con diversos grupos de whatsapp, cada uno con sus particularidades de composición: familia, amigos (que a su vez forman subconjuntos), colegas, organizaciones, etc.  Me abstuve de enviar a los vecinos, porque los chats de los vecinos son para otra cosa, aunque pocos lo saben.

Sin embargo, el comentario lo realizó una persona que trabaja en una organización social, que evidentemente tiene la posibilidad de tener acceso a información y análisis, y ello la diferencia de un "ciudadano común". Algunos pensamos que la expectativa de esa persona la llevará a una frustración, porque la oferta con el nuevo CNE es hacer unas elecciones limpias, transparentes, con observación internacional para concejales, alcaldes, consejos legislativos y gobernadores, como (de nuevo) primer paso para la restitución de la democracia, según dicen los políticos y analistas.  No hay elecciones presidenciales o revocatorio en puerta.

Así, yo entiendo que los problemas económicos, sociales y ambientales que realmente afectan a los venezolanos como el hambre, la carencia de un sistema de salud, vacunación, hiperinflación, acceso al agua, etc., quedan en segundo plano, y seguirán presentes, a saber, al menos por 4 años más.

Ahora, me pregunto si el ciudadano común está consciente de ello, y si acaso los candidatos a gobernadores y alcaldes de la oposición serán lo suficientemente francos para decir: señora, yo de economía y hambre no se nada; yo estoy dando un paso para restituir la democracia, así que vote por mí y aguante.  De la primera pregunta ignoro la respuesta pero de la segunda no tengo duda de que no lo harán, ya que sería un acto contra natura.  Y se empeñaran en su discurso en hablar del desastre del gobierno nacional en su campaña y ofrecerán soluciones que no están en sus manos. En las misma frase dirán votación y fin del hambre, votación y restitución del agua, votación y vacunas, pero 100 alcaldías y 15 gobernaciones en manos de la oposición no serán ni siquiera pañitos tibios para el 90% de los venezolanos que viven todos los días con limitaciones.

Los "analistas de opinión pública" le han dicho muchas veces a los políticos de oposición que tienen que conectarse con los problemas del ciudadano.  Aunque sé que dichos analistas suelen decir una cosa y luego contradecirse para siempre quedar bien, en eso han tenido razón: elegir representantes de alcaldías y gobernaciones no está para nada conectado con nuestras necesidades.  Eso no es difícil de entender, o acaso me equivoco.

Por ese camino, sí es alta la abstención culparán al ciudadano, y sí hay una participación "tolerable" dirán que se está restituyendo la democracia; que bueno es el CNE. Al día siguiente habrá alcaldes y gobernadores, pero no vacunas, ni comida, y el sueldo mínimo seguirá siendo menor a 3 dólares, no habrá respuesta a los problemas reales del ciudadano. Y para muchos tampoco habrá esperanzas, igual que ahora.


Alejandro Luy

17 de mayo de 2017


jueves, 6 de mayo de 2021

Un primer paso. Alejandro Luy

 


La sociedad venezolana ha pasado a normalizar algo que a todas luces se perfila como terrible: la aceptación de que la Constitución puede violarse bajo el argumento de que "el fin, justifica los medios".

Y no se trata de la violación recurrente por parte de quienes impulsaron esta Constitución y que llevan 22 años en el gobierno, lo cual ha significado una agotadora defensa por parte de la sociedad, o de las transgresión por parte de algunos partidos políticos de oposición, que antepusieron los beneficios personales de sus dirigentes a costa del colectivo.  En estos días, luego de la designación del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) actores de la sociedad han hecho público, sin decirlo, el reconocimiento de que para dar "un primer paso" hacia el futuro, tenemos que violar la Constitución, o al menos apalancarnos en la violación que han hecho otros, para avanzar.

El proceso y la elección de la Asamblea Nacional del 6 de diciembre de 2020, fue rechazada por un amplio sector de la oposición venezolana debido a un número importante de violaciones a lo establecido en la Constitución y las leyes, lo que condujo posteriormente a que la Unión Europea, EEUU, Canadá o el Reino Unido, entre muchas otras naciones, no la reconocieran y se popularizara dentro y fuera del país el calificativo de "ilegítima" para referirse a ella.

A pesar de ello, muchos son los partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, analistas, politólogos, periodistas-analistas-politólogos-influencers, que miran a un lado, obvian lo ilegítimo de la Asamblea y aceptan la designación de un nuevo CNE por ese ente.  Todos se han referido a "un primer paso" para devolver el valor del voto.  Incluso expresan abiertamente que el CNE "está conformado por 3 representantes del gobierno y 2 de la oposición" como si eso fuera un mérito y no otra muestra mas de la violación a la Constitución que en su artículo 296 expresa:  El Consejo Nacional Electoral estará integrado por cinco personas no vinculadas a organizaciones con fines políticos.

Entonces, ya no es solo de "tragarse algunos sapos" para avanzar en una transición sino que estamos en el camino de que todos los venezolanos aceptemos que si bien la Constitución nos guía, no es para tomárselo tan a pecho.  Si hoy nos conviene,  ajustamos la interpretación en nombre de un futuro mejor.  Siguiendo esa línea de pensamiento, podríamos proponer a un extraordinario ambientalista al Ministerio de Minería Ecológica, para normalizar lo que ocurre alrededor del Arco Minero del Orinoco, ya que necesitamos dinero para salir adelante, para las cajas CLAP, los bonos de la patria y la misión vivienda; o a un buen economista de la oposición a presidir el Banco Central de Venezuela, para dar "un primer paso" para levantar las sanciones de EEUU, y hasta lograr tener billetes de dólar de baja denominación enviados por la Reserva Federal. 

Por lo que he visto y leído, mi opinión no es la más popular en estos días.  Coincide con partidos políticos y personas con cuyas ideas he estado completamente en desacuerdo por muchos años, y al mismo tiempo son contrarias a la de amigos y conocidos con quienes siempre es agradable tomarse un café, algunos de ellos participantes activos en la designación del nuevo CNE.  Pero como dijera el filósofo español José Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi circunstancia; si no la salvo a ella, no me salvo yo".

En los años 90 se hizo famosa una novela brasileña cuyo título expresaba muy bien su contenido: Vale todo.  Cuando la mayoría señala que la elección del nuevo CNE es "un primer paso", no se porque yo interpreto que no importan las leyes y los principios, simplemente, vale todo.


Alejandro Luy
06 de mayo de 2021



viernes, 14 de diciembre de 2018

Dinosaurios somos todos

A propósito de el final de la edición impresa de El Nacional, comparto un artículo que me publicaron y que me hizo acreedor del Mejor artículo de opinión 1999-2000 de la sección nuevas firmas.


LECTORES

Nuevas firmas

Dinosaurios somos todos

Alejandro Luy *

Las agencias de noticias cuentan que los mexicanos andan muy felices por estos tiempos. Dicen que con el triunfo de Vicente Fox lograron algo que parecía imposible: la extinción del PRIsaurio, voraz partido animal que a punta de sus militantes, el apoyo que da la compra de votos y otras corruptelas electorales gobernó por 71 años el país.
Quizás ese estado de alegría que -con todo derecho- hoy disfrutan los mexicanos descanse en eso que se denomina "la felicidad del ignorante". Preocupado por que este sea el motivo de la dicha de los habitantes de México, es que decidí escribirles, casi como un servicio público, para alertarlos sobre la vida de los dinosaurios.
En primer lugar, y evolutivamente hablando, algunos paleontólogos sostienen que esos animales que llamamos dinosaurios no se extinguieron, sino que evolucionaron y están presentes bajo otras formas; fenotipos más agraciados que ahora reconocemos como aves. Aquellos tiranosaurios, estegosaurios, megaterios, braquiosaurios y demás seres que han sido objeto de interés después de la película Parque Jurásico, hoy se reflejan en más de 9.200 especies con diversas formas y tamaños que oscilan entre el colibrí abeja y el avestruz.
Pero no sólo se trata de la paleontología. En la política, que en definitiva es la base de la alegría mexicana, la situación es muy parecida. Tomemos como ejemplo el caso venezolano. Las elecciones de 1988 demostraron que más de 90% de los venezolanos eran adecos o copeyanos, a decir de la proporción de votos obtenidos por sus representantes, Carlos Andrés Pérez y Eduardo Fernández. Diez años mas tarde, adecos y copeyanos sumaron escasamente 11% de la votación en las elecciones presidenciales. Ahora mismo es difícil encontrar a un representante de esos partidos. ¿Acaso se extinguieron? No. Se transformaron como los dinosaurios y ahora están con su nueva piel en el MVR, PPT, Proyecto Venezuela, Primero Justicia, Alianza Bravo Pueblo, Solidaridad Independiente y en una infinidad de grupos; algunos con el gobierno y otros en la oposición.
Amigos mexicanos, no es mi intención aguarles la fiesta, pero como verán aquí nadie está extinto. Todos nos hemos transformado. Adaptamos pieles, garras y dientes a la presión de los nuevos tiempos, teniendo como principal fin sobrevivir. Lo que aparentemente no cambió mucho fueron los comportamientos ante el poder y el ciudadano. Es allí donde está lo negativo de la historia. Es eso lo que me mueve a la alerta.
Así, como un gesto hermano, les aconsejo que no se hagan ilusiones para que no mueran de desengaños. En la política, la extinción no es para siempre. Mexicanos, si miran con detenimiento el ejemplo de Venezuela encontrarán que dinosaurios somos todos.

martes, 8 de mayo de 2018

¿Por qué no voto? (si finalmente hay elecciones el 20 de mayo)


Basta un solo motivo para que cualquier persona decida votar o no votar el próximo 20 de mayo, siempre y cuando dicha razón sea considerada por él/ella válida.  Por ejemplo mi mayor objeción a Chávez en 1998 fue su origen militar.  Para mí eso era suficiente.  En ese momento muchos – incluso hoy arrepentidos – lo pasaron por alto y hoy la impronta de esa condición queda muy clara.

Entonces no se trata de hacer una larga lista para tener argumentos, sino los que a mí me parecen suficientes para tomar esa decisión, que son 3:

1. La presión internacional: es la principal (quizás la única) herramienta que tiene la oposición democrática para continuar la lucha.  Votar es ser incoherente con esa estrategia.  Un importante número de países, de gran peso en el escenario mundial, varios de ellos afectados por la huida de venezolanos hacia sus territorios, son los que le pueden dar “zanahorias o garrotes” a quienes están en el poder en la actualidad.  A lo mejor incluso nos hacen tragar algunos “sapos” para salir de nuestra grave situación.  ¿Es una medida aislada? ¿Tiene poca probabilidad de éxito? Está tan aislada y con poca probabilidad de éxito como la de que Falcón gane y luego pueda gobernar (ver punto 2).

2. El ESTADO (Maduro y el círculo de poder, la ANC, el TSJ, la Fiscalía y el CNE) ha demostrado que le importa poco la oposición y los procesos democráticos.  En 2015 perdieron las Asamblea Nacional, y en menos de 30 días hicieron esguace y nombraron al TSJ; el TSJ destituyó a la Fiscal;  la ANC creada violando la constitución nombró al Fiscal y al Defensor y revierte la decisión ciudadana de elegir un Gobernador al Zulia solo porque este decidió no juramentarse ante esa instancia; el TSJ aún no resuelve lo de los diputados indígenas de Amazonas; el CNE no ha respondido a la impugnación de Andrés Velázquez vinculada con su claro triunfo en Bolívar.  Ni ganando, Falcón va a gobernar – hacer de sus ofertas realidades – bajo estas condiciones.

3. El candidato: que no enamora ni siquiera a quienes dicen apoyarlo.  Eduardo Fernández dice que “Falcón no es Churchill” y se supone que es un halago.  Pedro Pablo Fernández niega que haya sido un “militar”, como si eso no se pudiera verificar hasta en wikipedia.  Un manido discurso populista centrado en “los pobres”, no en los ciudadanos.  El nuevo salvador (busquen twitter #GiraPorLaSalvaciónNacional). Quiere un gran pacto nacional, y no fue capaz de armar un pacto entre la oposición antes de lanzarse. 

Todo esto lo digo lamentando que no haya habido una estrategia unitaria de toda la oposición ante el 20 de mayo, y que además (hasta hoy 8 de mayo) nadie, ni los de Falcón ni los de la abstención, saben cuáles la estrategia para el 21.  Intuyo que unos seguiremos confiando en la presión internacional y los otros – de ganar las elecciones – esperarán que llegue Enero para ver qué Estado y posibilidad de gobernar le deja Maduro y la ANC.

Alejandro Luy
8 de mayo de 2018

miércoles, 1 de noviembre de 2017

El ambiente, ¿una frivolidad?

I
Ante la palabra “ambiente” cuál es la imagen que le viene a la cabeza.  No tiene que responderme pero estoy convencido de que las conexiones sinápticas de la mayoría de los venezolanos los llevan a pensar en florecitas y pajaritos.  En otras palabras, ambiente puede tener el significado más naif, comeflor y frívolo.
Aunque la anterior percepción no es extraña para quienes hemos trabajado el tema, en la realidad actual venezolana, esta imagen se exacerba cuando los “problemas reales” de los ciudadanos son hambre y enfermedades, como resultado de erradas o ausentes políticas sociales y económicas que dificultan el acceso a alimentos (por escasez o por carestía) en variedad y cantidad necesaria, y por falta de medicinas o por deficiencias en los servicios de salud.  Venezuela vive lo que los especialistas han denominado una crisis humanitaria compleja.
Entonces preocuparse por el cerro El Ávila, el Salto Ángel, los parques y jardines de nuestras ciudades, las playas de Mochima, Morrocoy o Margarita, el caimán del Orinoco o el cardenalito, o fomentar el reciclaje es solo para bohemios – en el sentido de que se apartan de la realidad -, para gente indolente que valora más un frailejón que la vida humana.
II
La carencia de agua, el “elemento vital”, necesaria para la higiene, la preparación de alimentos y el consumo, es un tema ambiental que ha terminado agrupando en la preocupación – gracias a la deficiencia de la gestión del recursos hídrico – a comunidades de todo el país: ParaguanaMérida,Catia La Mar, en el estado Vargas o en Caracas, capital de la república y en plena temporada de lluvia, donde hay sectores que pasan más de 21 días sin que llegue agua a través de tuberías.
Capítulo aparte es la calidad del agua que estamos consumiendo.  Aunque no hay datos oficiales, estadísticas fiables sobre la calidad del agua, para los habitantes de Valencia, capital del estado Carabobo y zonas aledañas, la vista y el olfato es suficiente para entender que el agua que consumen no es la misma que la de hace muchos años atrás, y difícilmente la pueden considerar potable.
La extracción de oro es la principal actividad minera ilegal presente al sur del Orinoco, y esta incluye el uso de mercurio para aumentar la eficiencia de la “captura” del mineral.   Es por ello que se han detectado concentraciones importantes del tóxico en la atmósfera, cuerpos de agua, sedimentos, suelos, vegetación y animales acuáticos y por ello un porcentaje significativo de la población en las zonas mineras o comunidades indígenas ubicadas aguas abajo se encuentra afectado por la contaminación por mercurio.
Pero junto a la contaminación por mercurio, la minería está estrechamente ligada a la deforestación y al mismo tiempo a la proliferación de la malaria, enfermedad cuyo control fue descuidado y que hoy no está focalizada en el estado Bolívar sino que se dispersa por buena parte de Venezuela incluyendo Sucre, Zulia, Monagas, Delta Amacuro, Amazonas, Anzoátegui y el estado Miranda, a “pata de mingo” de la capital de la república.
¿Acaso hay algún municipio de Venezuela que pueda mostrar un impecable servicio de gestión de residuos sólidos que incluya aspectos de reciclaje, recolección y adecuada disposición sin contaminar suelos y aguas?  Habrá uno mejor que otro, pero en todo el territorio una buena parte de la basura ni siquiera es recogida, y la gente convive entre moscas y ratas.  No hay en Venezuela un Plan Nacional de Gestión Integral de la basura, instrucción explícitamente establecida en la ley del área aprobada en 2010 y cuya elaboración es responsabilidad es del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas.
En todos esos problemas, y muchos otros, el denominador común es la palabra ambiente.  Así, la garantía de una mejor calidad de vida pasa por la variable ambiental.  No es casual que varios de los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable planteados por la Organización de las Naciones Unidas y adoptados por Venezuela para el combate de la pobreza y decenas de sus objetivos son ambientales.
III
Los temas ambientales son asuntos vitales para quienes hoy habitamos en Venezuela y para las futuras generaciones, nuestros hijos y nietos, que tienen derecho a disfrutar de condiciones ambientales con una calidad al menos igual a la que nosotros hemos disfrutado. A eso se le llama desarrollo sustentable, y es el modelo de desarrollo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
La riqueza de plantas, animales y ecosistemas, que reconocemos bajo el nombre de diversidad biológica son hoy fuente de alimento, medicinas, agua y aire puros, y también potencialmente generadores de empleo e ingresos para el país.
Pero la mala gestión ambiental es un elemento que ha contribuido a agravar la situación de salud y el acceso a los servicios públicos de calidad para la mayoría de la población.
Cuántos enfermos menos habría si nos hubiéramos ocupado del ambiente.  Cuánto menos nos hubiera costado tratar enfermedades de origen hídrico con solo habernos ocupado de garantizar agua potable para el consumo.  Cuál sería la realidad si se hubiese garantizado el acceso a agua constante y suficiente para toda la población necesaria para evitar enfermedades como la sarna que hoy es motivo de preocupación.
Cuánto se habría reducido el paludismo si evitar la deforestación y la minería ilegal al sur del Orinoco hubiese sido una prioridad para la conservación de nuestra diversidad biológica.
La ausencia de una política centrada en atender bajo criterios técnicos y no ideológicos los problemas ambientales es uno de los elementos que ha contribuido a la crisis humanitaria compleja que vive el país.  Si no se comprende la dimensión del problema ambiental no será suficiente contar con las medicinas para curar a los enfermos, y mucho menos pensar que en el 2030 Venezuela alcance los Objetivos de Desarrollo Sustentable.
No hay nada frívolo detrás de la palabra ambiente.  Decimos ambiente y debería oírse vida.  La nuestra y la de las generaciones por venir.
Alejandro Luy
1 de noviembre de 2017