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domingo, 24 de enero de 2016

Y Dios proveyó

I

Hay un chiste que va más o menos así:
Un hombre está aferrado de un árbol mientras van subiendo las aguas por una inundación.
Llega un hombre en una canoa y le dice: “súbase para que pueda salvarse”; y el hombre responde: “no se preocupe porque Dios me salvará”.
Mientras sigue subiendo el agua,  llega alguien en un bote a motor: “súbase y yo lo llevo hasta un lugar seguro”.  Y el tipo del árbol repite “no se preocupe porque Dios me salvará”.
Y esto sucede una tercera vez con un barco que pasaba por allí.
Al final el hombre del árbol se muere, llega a cielo y cuando se encuentra con Dios le reclama:  “coño Dios, estaba en ese árbol esperando que me salvaras de la inundación, no lo hiciste y me terminé ahogado”.
Y Dios contestas:  “mira muchacho pendejo, te mande un bote, una lancha a motor y un barco, y tu no te quisiste subir”

II
Hace un poco más de un año, en su presentación de Memoria y Cuenta, Nicolás Maduro expresó su plan más sincero para salir de la crisis que se agravaba con la caída de los precios petroleros con la frase:  “Dios proveerá”.

Y fíjate chico, que pensándolo bien, Dios si proveyó a Maduro. ¿Qué? Se preguntará.  Pues una Asamblea Nacional de oposición que le negó un Decreto de Emergencia Financiera contenido de soluciones que no eran tales, que reproducían las mismas acciones que generaron el desastre.

Le proveyó la posibilidad de que - habiendo cambiado el escenario - se rodeara de otros economistas con propuestas distintas a las vistas desde 1999 con el fin de intentar atender la crisis.

Pero así como el hombre del chiste rechazó tres posibles salidas a su precaria situación frente a la inundación, Maduro no se dio cuenta de las señales, de las ofertas que Dios, ante su demanda, le envió.

Dios proveyó, pero no el barril de petróleo a 200 US$ para seguir despilfarrando y permitir los chanchullos.  Dios proveyó otra manera de salvarse, lo que pasa es que a Maduro no le gustó.

PD:  Algunas preguntas, y una sola respuesta

¿Se necesita un decreto para aumentar la gasolina? No
¿Se necesita un decreto para finiquitar el contrato de PDVSA con Renault y así ahorrarmos 50 millones de dólares, aunque Maldonado se quede sin trabajo? No
¿Se necesita un decreto para hacer un revisión de los gastos del ejecutivo y eliminar los superfluos? No
¿Se necesita un decreto para liquidar o buscar alianzas estratégicas para que las empresas del estado lacteas, de café, de carne, cemento, etc., etc., que están dando pérdidas para ponerlas a producir? No
¿Se necesita algún decreto para acabar con el mal intercambio de Petrocaribe? No
¿Se necesita algún decreto para ajustar el precio del dolar, y así controlar un poco la"oferta" de dólares baratos para importar manzanas? No
¿Se necesita algún decreto para que el BCV deje de producir dinero sin soporte; eso que llaman dinero inorgánico? No

Y todo esto son solo algunas pendejadas, pero de grano en grano se llena la gallina el buche.






miércoles, 13 de enero de 2016

50 millones de dólares, en contexto

Si importáramos leche en polvo, cuya tonelada métrica está en 2210 US$, con 50 millones podríamos adquirir 22.624 toneladas de leche, que equivaldrían a 3.232 kilos de leche por vivienda habitada de Venezuela, casi 10 kilos por día durante un año.
Si el barril de petróleo de Venezuela está a 24 US$, para tener 50 millones de dólares debemos vender 2.083.000 barriles, un poco menos de lo que se dice que se produce diariamente.
El presupuesto a Inparques en 2014 ascendió a Bs. 281.618.143, equivalente a entre 1,5 millones y 44,7 millones de dólares, si uno considera las tasas de cambio de 200 Bs/dolar o de 6,30 bs/dólar respectivamente. 
50 millones es más que el presupuesto de 2014 del Instituto responsable de administrar el 15% del territorio del país.
50 millones es lo que PDVSA le debe a la escudería Renault de Fórmula 1, por lo que está en peligro la participación de Pastor Maldonado.
En este contexto, en crisis o en abundancia, el financiamiento de Maldonado (o cualquier otro) para su participación individual en la Fórmula 1 es y será inaceptable.

miércoles, 6 de enero de 2016

Ministerio de la sequía

1. Ernesto Paiva fue designado Ministro de Ecosocialismo y Aguas, un cargo que Guillermo Barreto (su primer titular) no ocupó ni un año.
2. Desde el primer día el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas fue el de Aguas y algo mas. Si revisan los tuits del anterior Ministro verán como todas las primeras reuniones fueron con Gobernadores de Falcón, Zulia, Nueva Esparta, Anzoáteguí, Sucre. En todos el tema era el agua.
3. Llegó la sequía (de muchas cosas...también de agua) y Paiva sustituye a Barreto, porque el primero sabe mucho más que el segundo del agua.
4. Paiva ha trabajado por muchos años en Hidrocapital e Hidroven (hasta hoy era su presidente). En el Ministerio del Ambiente fue Vice-ministro de aguas hace ya varios años atrás.
5. Paiva sabe de agua, pero la gente sabe que el problema del agua no se debe a la sequía producto del efecto de El Niño en 2015-2016. Por ejemplo, hay urbanizaciones en Guatire donde desde hace más de diez años los martes no hay agua. En muchas zonas de Vargas saben que sin camión cisterna no hay agua. ¿Por qué esas zonas no han tenido agua constante y de calidad, aun cuando Paiva y su gente - que saben de agua - tienen tiempo trabajando allí.
6. Paiva sabe de aguas, y seguro sabe que no es mentira el problema de calidad de agua que consumen los habitantes de la cuenca del lago de Valencia y conoce sus causas, y quizás hasta sus consecuencias.
7. Paiva sabe de aguas, y debe tener muy claro que de cada 100 litros de aguas servidas no más de 30 reciben algún tipo de tratamiento. Sabe las causas y las consecuencias.
8. El presupuesto del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas para 2016 corresponde a menos de 0,25% de la nación. ¿Es suficiente para solucionar los problemas del agua y atender todas las otras atribuciones del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas?
La pregunta es: Paiva viene a atender seriamente el problema del agua, y cumplir con el resto de las funciones del Ministerio, con criterios técnicos o ideológicos.
La cuestión no es menor porque el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas se creó bajo fundamentos ideológicos y no técnicos, y los resultados están a la vista...o no están porque según el Plan de Abastecimiento (que no de racionamiento) hoy no le toca agua en su urbanización, comunidad o municipio.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Fiestas Talibanas

Fiestas Talibanas

Alejandro Luy
Debo confesar que durante la celebración de navidad y año nuevo, cada día que pasa yo me siento más feliz. Imagino que usted comparte este sentimiento, pero posiblemente sea por motivos absolutamente diferentes. Yo me alegro porque nos acercamos más rápidamente al final de las fiestas de diciembre, que son las más fundamentalistas de occidente; festejos donde tenemos que ser o estar - porque sí alegres, comprensibles, abiertos y sensibles. Son momentos para sentir la dicha y "la fe en la vida" pero a juro. De diciembre a enero, la orden en el cuartel de este lado del mundo es ser optimista y andar contento, y pobre del que sienta lo contrario.
El primer acto talibán de la navidad son los adornos navideños que aparecen en cualquier rincón. Empieza diciembre y uno encuentra en una cauchera, en la oficina, en la entrada del quirófano de la clínica y en la funeraria "a typical Christmas tree", es decir, un arbolito de navidad. Y en la noche brillan lucecitas en los balcones, en las tiendas, en los alambres de púas que protegen al edificio de la clase media y en la camionetica que hace el recorrido Santa Lucía-Caracas. Gracias a esta necesidad de envolvernos en iconos navideños, los alcaldes de Venezuela ejecutan la más importante acción de políticas públicas en el año: una correcta ornamentación de navidad en las plazas y calles de su municipio.
Luego vienen las fiestas y reuniones familiares. Si estas casado, si estas soltero, si te botaron del trabajo, si las ventas fueron malas a causa de los buhoneros, si te matraquearon los tombos por ser buhonero, si se casó un amigo o se divorciaron varios conocidos, en diciembre todo se olvida porque llegó la rumba. El clímax de la celebración es por supuesto noche buena y año nuevo, donde el festejo incluye ropa de estreno. Atrévase a decirle a la familia: "quiero recibir el año haciendo algo diferente" o de manera más directa "mi amor porqué no nos quedamos en casa" para que de inmediato le espeten, "no empieces con la necedad", para luego coronar con "recuerda que nos comprometimos a ir a casa de la tía Eulalia y llevarle los higos secos. Es verdad que nos vamos a aburrir, pero eso no es motivo...".
El otro asunto de las celebraciones talibanas es la comida, que se resume a bollo y hallaca. ¿Sabe usted que hay gente que sufre en la temporada porque no le gusta la mezcla de carne, pasitas, cebolla y masa de harina de maíz cubierta con hoja de plátano? Una mañana cualquiera usted sugerirá: "¿mi amor porqué no desayunamos un periquito, arepas, caraota y un quesito de mano", y recibirá como respuesta la pregunta que suena a orden "¿por qué no te comes un bollo de la comadre con un poquito de ensalada que está guardada en el tupperware azul?". Por eso no es casual que el himno ritual digno de Al-Quaeda de estas fechas sea "digan lo que digan no discuto más, la mejor hallaca la hace mi mamá". ¿Cómo podemos pedir diálogo al gobierno si la fundamentalista cancioncita ha marcado nuestra vida?
Pero todo jolgorio -más aún el talibán- debe contar con la música propia de la temporada, que en nuestro caso son las incalificables gaitas. Entre palo y palo uno no sabe si es Amparito o el Negrito fullero quien vende bollos en el mercado, se le hace un nudo en la garganta cuando va pa´ Maracaibo y empieza a pasar el puente, y busca respuestas en aló presidente aló. Afortunadamente, y emulando a la estrella de Belén, las gaitas y sus intérpretes brillan y desaparecen durante el mismo mes.
La guinda de la torta en las obligadas celebraciones navideñas son aquellos buenos deseos que - según dicen - flotan en el aire y milagrosamente viven a pesar de que hemos oído durante 360 días que la economía está mala, que los hospitales no funcionan, que la corrupción sigue galopando, que los precios del petróleo van en picada, que el deterioro ambiental amenaza nuestra supervivencia, que el gobierno no sirve y tampoco la oposición.
El proceso talibán que nos obliga a ser felices por decreto divino es lo que explica que los más críticos escritores de opinión se atrevan a redactar cartas públicas al niño Jesús donde expresan anhelos imposibles de cumplir por el hijo de Jesús y María, ni que cuente con el apoyo de San Nicolás y los renos. Es una consecuencia de las fiestas talibanas que, como un acto reflejo, por estas fechas todos los articulistas terminen sus escritos deseando feliz navidad y un próspero año.
Alejandro Luy
Publicado el 24 de diciembre de 2001
Ilustración Paco Chovet

martes, 8 de diciembre de 2015

Apunten bien

Para decirlo técnicamente muchos chavistas están meando fuera del perol cuando hablan del avasallante triunfo (la mayoría calificada lo es) de la Unidad.
Ellos (y ellas...en fin) hablan y escriben molestos porque ganó la MUD y en esas palabras manifiestan su arrechera a la MUD. Hacen tanto énfasis en el hecho del triunfo que permite entender porque aman tanto a Cuba, donde hay un solo partido, que nunca pierde. Eso es lo que ellos desean que sea el PSUV.
Pero los chavistas no han entendido que hacia donde deben mear es hacia la bacinilla que dice derrota. Deberían estar furiosos es con los que causaron la derrota. 
Si hacen bien su trabajo de investigación - y no se dejan llevar por lo de la guerra económica - encontrarán que hubo quien dijo que era sabroso hacer colas, quien dijo que los huevos costaban 420, quien amenazo al que no buscara su 1x10, quien entregó viviendas y taxis bajo la amenaza de no darle el título de propiedad, quien decidió amenazar a una empresa muy bien vista por la mayoría de los venezolanos, quien decidió establecer estados de excepción y cerrar la frontera afectando la dinámica de los más pendejos. 
Revisen videos, declaraciones, pregunten a quienes votaban por ustedes, o salgan simplemente y escuchen lo que se dice en las colas.
Claro también pueden quedarse oyendo a Maduro, Jorge Rodríguez y a los intelectuales de Zurda Konducta.


Alejandro Luy

viernes, 23 de octubre de 2015

...Y va preso

Luis Miquilena, mejor dicho Don Luis Miquilena, fue entrevistado por Leonardo Padrón para su serie de entrevistas "Los Imposibles".

Se expresó el hombre que, según supimos, ya a los 16 años había pisado la cárcel de Gómez, y que luego pasó, con tortura incluida, 10 años en la de Pérez Jiménez.  Habló el Don de 95 años y tres meses, que se desmarcó en su momento del Partido Comunista y que un día se dejó encantar y creyó en Hugo Chávez.  Esto último a pesar de estar consciente de su carácter militar, cuando el mismo - a Don Luis me refiero - se califica de civilista.  "Siempre he sido civilista" se escucha en la grabación.

Como la mayoría de los acusados, se defiende justificando.  Cuenta historias que de ser ciertas, son sorprendentes. Esencialmente nos deja saber que siempre le plantó cara a Hugo Chávez, cuestionó sus decisiones; no tuvo ni miedo ni pelos en la lengua.  Eso cuenta para defenderse.

Por tanto, Don Luis, no asume ninguna responsabilidad, mucho menos aquella que lo acusa de haber sido el artífice de la creación de Chávez y su gobierno.   
Don Luis no rechaza su labor de manager del candidato Hugo Chávez, y nos dijo que el programa era una maravilla, super democrático. Y entonces uno se pregunta, ¿chico y cual fue el pelón?  Eso también lo respondió.  Acusa a Fidel y su capacidad de manejar "el único defecto de Chávez", la vanidad, de todos los errores de ese plan que nos iba a llevar para adelante.

Y me quedé pensando, ¿qué se hace con estas declaraciones, aun cuando sean absolutamente ciertas? Será que tenemos que exculpar a Miquilena.  Debemos ser comprensivos con alguien que confió en Hugo Chávez porque alguna vez existió un militar como De Gaulle.

¿Unas palmaditas en la espalda, y un "tranquilo Don Luis, a millones le pasó lo mismo"?

Yo creo que no. Al menos a mi no me sale.  Porque Don Luis no era testigo sino socio del proyecto. Seguramente logró convencer a muchos para que apoyaran con dinero al "maravilloso" proyecto. Tuvo el volante del carro.  Era el mentor del primer actor. Don Luis fue parte del poder.

Miquilena no puede tratar de emular a Giordani con un yo soy inocente, dije con total integridad lo que tenía que decir, y si no me hicieron caso, no es mi culpa.

Lo siento Don Luis, para mi usted no tiene razón y - esta vez metafóricamente - va preso.





sábado, 12 de septiembre de 2015

Yo también tengo mi historia

“Y es que el tabique que separa
la sana autoconfianza de la insana arrogancia
es realmente muy fino”
Haruki Murakami
De qué hablo cuando hablo de correr

Hace unos días Sumito Estevez escribió un artículo que titulado “¿Por qué yo no podría votar por el chavismo?” en el que daba cuenta del porqué había votado por Chávez en 1998 y los motivos que lo llevaban ahora a desistir de repetir la acción de apoyo a quienes continúan su “legado”.
A los pocos días, Nicmer Evans le replicó con “Respuesta a Sumito Estevez de un chavista”, donde argumenta su voto a Chávez, y expresa porque no votaría ni por el PSUV ni por la MUD; se hace propaganda y no pierde tiempo explicando porque votó por Maduro.
Ambos artículos tienen en común que parten de su “vida antes de Chávez” como fundamento para explicar porque decidieron contribuir con – al menos – su primer triunfo.  Yo he decidido tomar el “espíritu” de ambos escritores para describir mi propio proceso.
Para facilitar la lectura, enumero cada dato y comentario:
  1. 1.     Mi papá era un obrero, estudió hasta 3er año.  Mi mamá, estudió hasta sexto grado, tenía una letra perfecta y aunque trabajó, desde mi nacimiento su labor era “del hogar”.
  2. 2.     Con una casa que mantener y varias bocas que alimentar, durante un tiempo mi papá le tocó trabajar lejos de la familia, en Trujillo y Zulia, mientras mi mamá estaba en Caracas.  Sus cartas delatan la peladera de bolas que vivían.
  3. 3.     Una vez, trabajando para el gobierno, los adecos botaron a mi papá porque decían que era comunista.  La verdad es que ni mi mamá ni mi papá pertenecieron a ningún partido.  Sospecho que muchas veces votaron por COPEI.
  4. 4.     Hasta mis 8 o 9 años vivimos en la Urbanización Weekend, casi llegando a Catia La Mar, y en un tiempo lo único que hubo en la casa para comer fue pasta, algunas veces solo con mantequilla.  En ese tiempo estudiaba en el Armando Reverón de Guaracarumbo, y cuando se pudo yo llevaba cada mañana una arepa con diablito que preparaba mi mamá.
  5. 5.     Luego nos vinimos para Caracas, y vivimos unos 6 meses en los bloques de Ciudad Tablita, en Catia, para después mudarnos a San Agustín del Norte al apartamento nuevo que mi abuelo le regaló a mi mamá.  Fue su “herencia en vida”.
  6. 6.     Estudié Bachillerato en liceos privados. No estamos hablando del Colegio Francia o algo parecido:  el San Rafael de Pagüita, el que está frente a Miraflores, de 1ero a 3er año y el Instituto Unitario del Centro en la Avenida Universidad, el diversificado.  Mis padres decidieron hacer el esfuerzo y pagar mis estudios en esas instituciones privadas. ¿Hay algo malo en que no haya estudiado en el Fermín Toro o en el Andrés Bello?
  7. 7.     Desde los 11 años empecé a jugar tenis. Mi papá me llevaba a practicar en el frontón de la UCV todos los domingos.  En bachillerato y después de graduarme entrenaba regularmente en el complejo de tenis gratuito que está en La Paz.  Con mis ahorros de aquí y de allá me compre mi primera raqueta profesional.
  8. 8.     Después ingresé a la UCV a estudiar biología, y desde 1981 a 1988 hubo dificultades, faltaron recursos, se hicieron paros y tuvimos muchos jueves de encapuchados quemando cauchos y lanzando piedras.  No era un jardín de rosas, pero nunca se dejó de hacer una práctica de laboratorio, o se canceló una salida de campo.
  9. 9.     Desde 1982 he trabajado.  En el Museo de los Niños (ganaba 10 Bs la hora, más de dos dólares para la fecha), vendiendo boletos los fines de semana en el Zoológico de Caricuao, y luego siendo preparador de Biología Animal, Bioestadística y Genética durante casi toda la carrera.  También trabajé sacando fotocopias.  En mi último año de estudio trabajé en el Metro de Caracas, como operador de estaciones. Con cada trabajo me pagaba mis gustos y cubría muchas necesidades, porque mis padres no les sobraba el dinero.  Por ejemplo, en 1983, semanas después del “viernes negro” con mi dinero me compré una cámara profesional marca Nikon, junto con dos lentes. 
  10. 0.        En la UCV hubo un tiempo en que apoyé a los “independientes” a la plancha 69, los que no eran ni adecos, ni copeyanos ni masistas.  Busque votos para ellos, fui su representante en una mesa durante elecciones y con ellos descubrí que cuando la cúpula tiene una decisión tomada la “consulta” es una pantalla.  Recuerdo cuando fuimos mayoría y tuvimos los votos para elegir al Decano de Facultad, en vez de negociar para garantizar mejoras para los estudiantes, la decisión fue votar nulo.  Tanto nadar para morir en la orilla.  Allí quedó mi participación política.  Por cierto, prácticamente todos esos “independientes” han estado e incluso continúan en el gobierno desde 1999.
  11. 1.    Recién graduado me fui a trabajar en el Ministerio del Ambiente, integrando el cuerpo de Guardafaunas, conformado por más de 30 profesionales la mayoría con menos de tres años de graduados.  Finalizaba el Gobierno de Lusinchi y empezaba en de CAP II.  Yo no era adeco.  En 1989 estuve 21 días contando chiqüires en Apure, junto a otros profesionales, y con esa información se establecieron las cuotas de extracción de ese año.
  12. 2.     También estuve vinculado al Programa de aprovechamiento de babas, y cuando surgió una denuncia pública de corrupción me tocó sentarme con la Presidenta de la Comisión del Congreso encargada de la investigación (una diputada adeca en pleno gobierno de CAP II) para explicar cuál era mi trabajo y responder – técnicamente – sobre las inconsistencias que ella me mostraba.  Si no había explicación técnica que soportara la cifra nadie me chantajeaba o amenazaba para que yo inventara una.  Una vez lo intentaron, y yo no firmé el informe.

La historia podría seguir largamente con detalles de los 6 meses bañándome con tobitos de agua, o los dos trabajos que tuve que realizar por unos siete meses que nos permitieron comprar un carro, o los dos cursos que realicé en el IESA pagados por Fundayacucho gracias a un convenio entre esas instituciones, todo antes de la llegada de Chávez, pero no quiero cansarlos y me apresuro a dar una conclusión, tal como hicieron Sumito y Nicmer.
Podría todo lo anterior, esta lista de sucesos, de fortunios e infortunios, definir por quién habría de votar en alguna situación.  Si mi respuesta fuese afirmativa estaría reconociendo que mis decisiones fundamentales, como a elegir a un presidente, las tomo con el corazón o, peor, con los intestinos, y no con la cabeza. 
Y es allí la esencia del problema.  Conozco a mucha gente de extracto muy humilde, algunas descendientes de inmigrantes, que estudiaron en liceos públicos y luego en la UCV, con muchas limitaciones, más de las que yo mismo menciono y su respuesta no fue votar por Chávez para que reivindicara los años “sufridos”.  Y esa gente no era adeca o copeyana. 
Yo al igual que ellos pensé en el candidato, su historia, su oferta; y no en el deseo de que alguien me reconociera y se condoliera de los sacrificios míos y de mis padres.  Y fue por ello que nunca voté por Chávez. 
Y dado la conducta de los candidatos chavistas cuando han tenido el poder, es evidente que no se puede votar por ninguno de ellos, y no es un asunto de intestinos.


Alejandro Luy